lunes, 5 de noviembre de 2018

"Si te dicen que caí", Juan Marsé




No nos vamos a andar con zarandajas a estas alturas de nuestra vida, "Si te dicen que caí", de Juan Marsé, no es una novela fácil, ni mucho menos, ni lo pretende, faltaría más, más bien al contrario, farragosa, de lectura compleja y digestión lenta, pero, ¡amigo!, el poso queda, y ¡de qué manera!

Con una prosa repleta de elegancia y profunda sensualidad, Marsé combina el lenguaje vivo y fugaz de la calle con la prosopopeya buscada, y a fe que encontrada, desglosando la cruda realidad de la temprana posguerra española desde el barrio, ya extinto, de Guinardó, convirtiéndose en un cronista indispensable de una época que no deberíamos permitirnos olvidar.

Los juegos temporales, las versiones diferentes sobre un mismo suceso, las "aventis" como rutilantes vías de escape, la violencia sexual reprimida y represora, y la permanente sátira sin filtro, nos permiten acercarnos a una sociedad que nos parece tan lejana pero que, a la vez, forma parte de nuestra idiosincrasia.

¡Pero el que avisa no es traidor! "Si te dicen que caí" requerirá todo tu esfuerzo, durante muchas páginas estarás perdido, la tentación de abandonar te asaltará cada día, y maldecirás al autor y a éste que te lo está recomendando al finalizar cada frase. ¡Esfuérzate! ¡Hazme caso! 

Déjate llevar por la prosa poética de Marsé, sumérgete en la que seguramente sea su obra más personal, en su viaje a la infancia para intentar, más que recordar, decir adiós, o hasta la vista, hasta más ver, y una vez que la termines comprenderás tantas cosas que desconocías como desconocerás otras tantas que creías comprender.

Porque los hechos no son lo que son hasta que alguien los cuenta, y al contarlos la objetividad que nunca tuvieron se esfuma entre la yema de los dedos de la verdad para adentrarse en ese submundo apasionante al que todos llamamos subjetividad, desde el que emana toda la razón de nuestro existir. 

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